domingo, 28 de septiembre de 2008

VIDA, MUERTE, DIOS...


Hace unos días estaba sentada frente al monitor mientras mi hijo, a un metro de mí, cenaba. De repente, su vocecita sonó: -Mamita, ¿es cierto que algún día todos moriremos?- Arranqué la vista de golpe del monitor y lo miré, tenía la carilla expectante y aunque yo sentía un nudo tumoroso en el estómago, no le mentí: -Sí hijo, así es... - La expresión de su rostro se desfiguró frente a mí, los labios se le fueron abajo y los ojos se le llenaron de niebla, yo, sentía un torrente de reacciones cayéndome encima, le abrí simplemente los brazos y él corrió hacia mi cuerpo; lo abracé vehemente mientras sus dulces, níveas, tiernas lagrimitas mojaban sus mejillas. Fueron segundos que golpearon mi ser, no sabía qué hacer, qué decir, sólo le apretaba fuerte deseando que sintiera todo el amor que pudiera llevar dentro. Luego pensé en Dios, o fue Dios el que me habló, no sé; entonces le hablé de él, le dije que Dios nos tiene preparado un hermoso lugar para estar después de morir, me sentí incrédula de mis palabras, me dio vergüenza, dudé incluso de lo que decía, tengo que decirlo, sin embargo mi pequeño escuchó con atención y los ojos se le abrieron esperanzados, la carita recuperó su lucidez, sonrió y entonces me dijo: - Mamita, yo quiero ir a conocer a Diosito...


16 comentarios:

Sebastián Puig dijo...

Hiciste bien, cariño.

° Marilyn ° dijo...

Dios está con nosotros siempre, nos dice que nos ama hasta en el aire que respiramos.

Yo viví sola un tiempo, fue poco pero muy difícil, me sentía muy triste, me acordé de orar y no me sentí sola, me dio mucha paz.

Siempre le voy a agradecer a mis padres el que me hayan enseñado a orar y es algo que espero enseñar (en un futuro no muy lejano) a mis hijos para que así jamás se sientan solos.

Un abrazo muy fuerte Leti, sin duda Dios guió tus palabras.

miss comet dijo...

:s

glup¡¡¡

la inocencia es tan plácida como un pastel.

Malhechecito dijo...

ay Lety que bonito, la verdad es que la muerte deberia ser tan normal en nuestras vidas, solo que ni atencion le ponemos, deberiamos de, y no dejar problemas a los demas, un abrazo mi maestra consentida.
Adios

josef dijo...

curioso que un niño tan pequeño se preocupe por estas cosas. A su edad están lejos de sentir cercana la muerte. Se ve que tu hijo es muy bello y sensible. Un abrazo!

dull dijo...

Hiciste bien en consolar a tu pequeño

Esa pregunta se me ocurrio tambien a la misma edad, fue cuando me enseñaron que uno se va al cielo, un lugar muy bonito para vivir toda la eternidad.

Despues de eso,la idea y el concepto de que iba a vivir toda la eternidad me atormento hasta la preadolescencia

jaja que cosas.

LustLady dijo...

Pues la verdad no tengo hijos ni deseo tenerlos, pero supongo que para los padres hay momentos en que hay que decir cosas bellas aunque uno mismo no las crea para mantener la inocencia y la esperanza en los corazones pequeños.

Lo curioso es esa última frase que te dijo, de que quiere conocer a Dios; recuerdo que así era yo de peque y ahora ni siquiera sé si verdaderamente existe un Dios o todo es mera mitología...

Rosalmor dijo...

Hola Lety!!yo a título personal aplaudo que hayas contestado así a tu pequeño en esa tierna edad no tienen porque sentir la oscuridad en sus corazones,de lo demás no te preocupes a veces pasamos por momentos difíciles que es cuando nos acordamos de dios y regresa a nuestro corazón la fé que ha estado dormida en algún rincón de nuestro ser...Un abrazo...

Mina dijo...

Lety, a través de tus palabras puedo imaginar lo que sintió tu corazón...el mirar esa carita y luego el dolor de afrontar una realidad que no se creía posible en un alma de niño. Pero has hecho bien. Te aseguro que sintió el calor entero de tu amor de Madre, sus ojitos llenos de esperanza renovada te lo dijeron. Lo correcto es abrir los ojos de los nuestros a la vida, que no deja de ser maravillosa pese a que conocemos el precio final de disfrutarla. Un beso GIGANTE, total, con mi cariño para ti y tu pequeño.

JUANAN URKIJO dijo...

Prometías una anécdota y ha sido un pasaje realmente hermoso. Sé lo que es contarle a un niño la verdad, con toda su crudeza, porque de nada vale enmascarar la realidad. Lo que nos salva es el hacerlo con tacto, con ternura, con amor... Justamente lo que tú hiciste, Leticia.

Un beso a ambos.

LiterataRoja dijo...

que inocencia mas pura!!!

dulce dijo...

Yo quiero volver a abrazar a mi madre, y que me diga que Dios es perfecto, que existe, y que me aguarda un paraíso al menos por mi intento de ser humana.... Los niños nos dan lecciones de vida inolvidables.
Besos.

Unknown dijo...

Dios esta en todos lados y en todos los momentos, solo hay que advertirlo en nuestros corazones.

Isabel Barceló Chico dijo...

Es duro enfrentarse a la realidad de la muerte, especialmente para un niño, aunque sea únicamente a nivel intelectual. No es fácil hallar una respuesta. Besitos.

Martín Olvera dijo...

Hola

Ese es el poder de las palabras. Y poderosas son cuando nacen del corazón.

Un abrazo. Que estés bien. Saluditos.

Anónimo dijo...

Recuerdo esa misma pregunta que en algún momento me la hicieron mis hijos. No hay respuesta perfecta, pero si pudiste traer luz a sus ojos y alejarle a tu pequeño la pesadumbre de pensar en el fin de la existencia, esa es la mejor respuesta posible.