martes, 25 de septiembre de 2007

Un cuento...


Entre hace muy poco a un taller literario virtual, "Metatextos 2.0", y he aquí el resultado del primer ejercicio que realicé como participante de dicho taller; debo decir (o presumir jeje) que no me fue nada mal con las críticas, en fin, juzguen pues:




Sin retorno



Por: Leticia Zárate.


Dormida pude ver el interior de mi cerebro, no fue difícil saber lo que era, la fachada es simple, parecen intestinos replegados. Me colé con cautela entre los pliegues pensando ver dentro redes de nervios escupiendo chispas de pensamientos, pero al abrir bien los ojos aquello parecía mas bien un carnaval; tuve que esquivar mis propias ideas dando tumbos sin dirección. Había chispas, sí, corriendo como ríos, luminiscencias de recuerdos.
De pronto capté esa familiaridad de la que es imposible desajenarse, reconocí entonces en un halo de nostalgia tu recuerdo arrumbado en un rincón oscuro, agazapada y entumida yacías en esa perdida laguna de mi cerebro. Esquivando a la cordura y al sentido común avancé a tí ilusionada. Me topé antes de llegar al recuerdo de tu muerte y pensé sonriendo que ahora sí te diría lo que no te dije entonces…
Alzaste la cara y me viste ahí, envuelta en ideas, sensaciones de frío y calor y todo la luminosidad de los pensamientos, no me reconociste, obvio, la imagen era la que yo tenía de mí misma, evidentemente no coincidía con la tuya. Quise abrazarte pero sentí miedo y por un momento quise despertar y salir de aquel mundo dantesco. Entonces me asomé al exterior y miré todo blanco, una cama, un buró, mis pies descalzos y en el espejo una mirada perdida…
Comprendí que era tarde, no podría regresar, pero no fue tan malo porque estabas aquí dentro conmigo. Las dos ahora somos un recuerdo fundido en uno en el interior de mis divagaciones.